¿Qué es la deficiencia de la hormona de crecimiento?
La deficiencia de la hormona de crecimiento o DHC es una condición que hace que el cuerpo no produzca suficiente hormona de crecimiento, lo cual puede provocar niveles de crecimiento más bajos. La deficiencia de hormona en la infancia es debida a que la hipófisis no produce la suficiente cantidad de hormona de crecimiento para que el niño crezca, entre otras funciones. La DHC también puede desarrollarse de manera espontánea en adultos, en lo que se conoce como DHC de ‘inicio adulto’.
Aunque muchas personas pueden estar viviendo con DHC, en la edad adulta, la deficiencia de hormona de crecimiento puede aparecer de dos formas: los pacientes que fueron deficitarios en la infancia, en la edad adulta siguen siéndolo y necesitan hormona de crecimiento para normalizar algunos procesos metabólicos y para el bienestar físico. Otro tipo de deficiencia en la edad adulta sería el déficit de hormona de crecimiento adquirido, normalmente ligado a tumores del sistema nervioso central, radioterapias, traumatismos graves y/o infecciones. Todo esto hace que la hipófisis se resienta o que incluso no produzca hormona de crecimiento.
La deficiencia de la hormona de crecimiento de inicio adulto tiende a presentarse cuando la glándula pituitaria del cerebro presenta algún tipo de daño y no produce suficiente hormona del crecimiento. Se desconoce la causa de la mayor parte de la deficiencia de la hormona de crecimiento de inicio infantil o puede ser genética o desarrollarse después del nacimiento. De lo que muchas personas no se dan cuenta es del impacto físico que puede tener la DHC adulta – no se trata simplemente del peso. Los síntomas de la DHC adulta incluyen bajos niveles de energía, disminución de la resistencia y dificultad para concentrarse.
Punto de vista de las personas que viven con DHC de inicio adulto:
Persona uno: ‘¿Cómo es vivir con déficit de hormona de crecimiento como adulto? La mejor descripción que he escuchado es que es como subir una colina pisando el pedal del freno. Siento cansancio principalmente en las piernas. Me sentía así cada mañana cuando me levantaba, la sensación de cansancio iba en aumento a lo largo del día y al finalizar la tarde sólo quería acostarme y dormir. Apenas me quedaba energía para hacer lo quería al terminar la jornada laboral, simplemente no disfrutaba de la ida.
Persona dos: Requiere mucho esfuerzo incluso para explicarle a alguien qué es lo que me está pasando. “Obviamente eres alto. No has sufrido como resultado de esto.” …. Si no hay un problema físico evidente, ellos no entienden que exista un problema.
Los adultos que viven con DHC pueden experimentar problemas corporales y de autoestima relacionados con su imagen corporal que pueden desembocar en ansiedad, depresión y aislamiento social.
Persona tres: ‘Sin duda, fue difícil. Más allá de mi mujer, no me siento cómodo para expresar mi malestar con muchas otras personas. Ella puede confirmar que yo no era yo mismo.
Persona cuatro: ´Siento ansiedad, exactamente como ahora mismo. A veces, cuando me siento, puedo experimentar un temblor generalizado y tengo que respirar profundamente´. En los niños es crucial que la deficiencia de hormona de crecimiento se diagnostique tan pronto como sea posible para iniciar con un tratamiento adecuado que les ayude a crecer. Los adultos que viven con deficiencia de hormona de crecimiento también reciben tratamiento que les ayuda a reemplazar la hormona de crecimiento que les falta. Para saber más sobre la deficiencia de hormona de crecimiento y los tratamientos específicos, habla con tu médico.
Persona cinco: Antes de comenzar el tratamiento, sentía que tenía la vida de una persona de 90 años de edad y sus niveles de energía. Ahora, sin embargo, me siento como si tuviera 25 años, aunque no es así. Pero sí, ciertamente tengo más energía y me siento bien.’
Si tú o tu hijo sufrís DHC es posible y comprensible que tengas preguntas. Recuerda: no estás solo y tienes apoyo a tu disposición.
Si te preocupa tu propio crecimiento o el de tu hijo, no dudes en hablar con un especialista.

Prepárate para hablar con tu médico
Si te preocupa el crecimiento de tu hijo, no dudes en hablar con un médico. El podrá orientarte tanto sobre las pruebas diagnósticas como el tratamiento más adecuado a seguir. Te ayudamos a preparar ambas conversaciones.